Alopecia areata
La alopecia areata es una pérdida de cabello por trastorno inflamatorio inofensivo, no contagioso, que puede afectar a adultos y niños de ambos sexos en cualquier momento de la vida y en distintos grados.
Se desconoce el desencadenante, pero se cree que se trata de una enfermedad autoinmune con predisposición genética, es decir hereditaria, ya que entre el 20 % y el 25 % de todos los afectados tienen una enfermedad autoinmune «relacionada» en su familia (como p. ej. diabetes mellitus tipo I, tiroiditis de Hashimoto o vitíligo).
Diagnóstico de la alopecia areata
La dermatoscopia es cada vez más importante en el diagnóstico de la alopecia areata. Por un lado, la realización de una biopsia en el cuero cabelludo de un paciente ya de por sí traumatizado no suele ser bien tolerada. Por otro, también sirve para la evolución terapéutica. La dermatoscopia también es apta para distinguir la alopecia areata de otros tipos de alopecia como la cicatricial o la mecánica.
Normalmente, el examen dermatoscópico de una zona sin cabello suele revelar pelos vellosos cortos, pelos en coma, puntos negros, ostias foliculares vacíos y zonas punteadas amarillas con puntos negros ocasionales.
En la histología se puede observar un denso infiltrado linfocitario perifolicular con infiltración folicular focalizada. En la patogénesis están involucrados el interferón-gamma y la interleucina-2, así como el receptor B de la interleucina-15. Solo se ven afectados los folículos pilosos en fase de crecimiento (fase anágena). El infiltrado daña el folículo piloso provocando la distrofia del tallo piloso y, en última instancia, la rotura, queratinización incompleta o pérdida del cabello. Miniaturización de los folículos. La renovación cíclica del folículo piloso (catágena/telógena) se mantiene provocando la regresión del infiltrado. A continuación, la nueva fase anágena conduce a un nuevo ataque del infiltrado o al crecimiento espontáneo del cabello. El rebrote espontáneo se suele producir en el centro de la calva y se va extendiendo hacia la periferia.
El pronóstico depende de la extensión, el número de zonas calvas y de la duración. Como regla general, en los primeros 6 meses, aproximadamente del 30 % de los pacientes con alopecia areata presentan un rebrote o una curación completa.